Episodio 28: Al fraude lo que es del fraude

Por , el 19 octubre, 2018. Categoría(s): farmagemma ✎ 5

Verán, últimamente se oyen muchos casos de fraude en la prensa. Pensé en ello un día en el que estaba dando formación en el Imperio. En estas sesiones se explica qué son las buenas prácticas de manipulación (las de los alimentos, para las personas no se aprenden aquí), las alertas alimentarias, el fraude alimentario y un término que lleva unos 17 años entre nosotros: food defense.

A ustedes estos cuatro conceptos puede que les parecen lo mismo, pero no lo son. Y la diferencia es grande. Para comprobarlo lancé esta encuesta…

https://twitter.com/farmagemma/status/1049577033871892482

VENGA YA. ¿De verdad creen que alguien contaminaría INTENCIONADAMENTE los alimentos si ganara dinero con ello? Si comprueban las respuestas a esa encuesta verán que muchos interpretaron que yo hablaba de la Industria Alimentaria, con lo que el resultado me duele aún más. Casi la mitad piensa que desde la propia Industria contaminaríamos los productos con el objetivo de hacer daño, porque les recuerdo que la contaminación intencional es eso. Es para hacérnoslo mirar a nosotros mismos… y contarles a ustedes la diferencia entre algunos términos (y un secreto: si le enveneno y se muere, me deja de comprar).

Hay que reconocer que ese 31% que responde “NO”, es bastante ingenuo también. Sólo un 21% dijo lo que es claramente la verdad. Sí, señores, sí. Hay gente que contaminaría intencionadamente los alimentos. Pero hay diferencias (y bastante grandes) entre unas cosas y otras. Es muy cierto que, en ocasiones, unas van unidas a otras, pero no tienen por qué. Venga, que no me lío más. Empecemos.

Arranco con “buenas prácticas de manipulación” y “alerta sanitaria”. Esto se ve mejor con ejemplos:

Esto es un claro ejemplo de “malas prácticas de manipulación”: falta de higiene del personal, lavado de manos… Sobre todo: falta de formación. En el Imperio se realizan formaciones anuales recordando todas las buenas prácticas (que no nos quedamos en lavar las manos) y además, analizamos aleatoriamente las manos de quien manipula el alimento directamente para comprobar que todo va en orden.

No es una contaminación intencional, pero ojito el daño que hace. Y hemos tenido casos más graves, vean:

Se debería haber indicado a los empleados la importancia y necesidad de tener todos los productos etiquetados e identificados. El que lo guarda sin etiquetar ya sabe lo que es, el que recoge la botella… ni lo sabe, ni tiene por qué saberlo.

Vamos con la alerta sanitaria, lean esta noticia. Perdonen la mala calidad de la foto…

En este caso, empresa no provoca la alerta, pero debe analizar si sus sistemas de control son suficientes porque se les “ha colado” un virus que afecta al consumidor. Como los sistemas de trazabilidad funcionan que es un gusto, se retira lo que esté en el mercado a la mayor brevedad.

Estos dos casos nos duelen un poquillo más porque significan que no hemos analizado bien los riesgos y peligros de nuestros procesos.

A partir de aquí puede haber errores. Errores de etiquetado, de microorganismos o de vaya usted a saber. En alimentación decimos: “el riesgo cero no existe”. Pero no lo duden, en ningún caso sería una contaminación con intencionalidad.

Y ahora viene el tema en cuestión que ha hecho que respondan así a la encuesta: EL FRAUDE

Analizamos dos casos bastante recientes:

 

Cada vez oyen más casos de fraude y no tiene por qué ser debido a que haya más que antes sino que ahora (por fin) las autoridades están centrando sus recursos en detectarlo más.

Esto no es una contaminación intencional, estos son una panda de sinvergüenzas a los que les debería caer el peso de la ley así con toda la fuerza. Pero el objetivo no es contaminar. Su propósito es engañar, ganar dinero, mentir. Es posible que en el camino de hacer eso, sus prácticas de fabricación impliquen un problema de salud pública además de económico, pero no necesariamente deben ir unidos uno a otro. Recordemos el fraude de las hamburguesas con carne de caballo: no hacen daño a nadie. La carne de caballo está bien, se puede comer, no envenenan lo que no está bien es que nos digan que es ternera cuando no lo es. Eso es fraude, no contaminación.

Algunos casos de fraude supusieron problemas muy importantes en la población. Nadie olvida el aceite de colza. Su intención era engañar, no envenenar. Pero lo hicieron. Tengan en cuenta que cuando alguien quiere cometer fraude, no pretende que nadie se entere, en ese caso se le acaba el “chollo”. Así que tampoco esto es una contaminación intencional.

Entonces ¿qué es una contaminación intencional? Pues esto. Un sabotaje.

Para nosotros es horrible, no podemos controlarlo, pero nos y LES afecta. Y no se crean, que algún caso más ha habido. Locos psicópatas.

Nosotros lo llamamos Food Defense. Para el Imperio es un tema muy serio. No es algo nuevo, pero sí hubo un antes y un después, el 11 de septiembre de 2001. Se lo conté aquí.

Cuando hablamos de este tema, no nos referimos únicamente a alguien que no pertenece a la industria contamine intencionadamente. Ahí poquito podemos hacer para prevenir. Es que también puede ocurrir algún caso como este (por suerte en España nuestro nivel de responsabilidad de mayor).

Yo no sé si es más bobo el que lo hace o el que le está fotografiando. En fin.

Ustedes me dirán. Tenemos que evitar a toda costa que esto pueda ocurrir, y la única forma es la prevención. Como empleado descontento no debería hacer pagar a la población su circunstancia. En realidad, no hacen daño a la empresa sino a mucha gente indefensa.

Dicho esto, cuando oigan en la prensa que hay un problema con la industria alimentaria, podrán recordar que todo parece lo mismo… pero no lo es. Al fraude, lo que es del fraude.

Ahora ya tienen la información, en su mano está la decisión.

 

Gemma



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Por Gemma del Caño, publicado el 19 octubre, 2018
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